¿Sabías que si buscas servicios de aborto en Estados Unidos puedes ser engañada por clínicas falsas? Se llaman Centros de Crisis de Embarazo (CPC por sus siglas en inglés) e imitan a las clínicas de aborto y salud reproductiva, ofreciendo ecografías y asistencia gratuitas. Pero una vez dentro, "pueden darte falsos consejos médicos y utilizar la coacción para manipularte y que pospongas el aborto hasta que sea demasiado tarde", según el documental 'Preconcebido'.
Dirigido por Sabrine Keane y Kate Dumke, este documental arroja luz sobre una realidad que mucha gente desconoce. "Se acusa a los CPC de ocultar a propósito sus intenciones 'provida' y de utilizar tácticas cuestionables para cambiar las mentalidades y los resultados de los embarazos", afirman las creadoras. "Independientemente de la política, creemos en el derecho a una atención transparente y consideramos que las personas en situación de vulnerabilidad deben ser conscientes de los CPC y de su complejidad, para que puedan tener la capacidad de buscar los recursos que consideren que mejor se adaptan a sus necesidades."
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No son clínicas reales
'Preconcebido' muestra que los CPC utilizan la palabra asistencia sanitaria, pero no prestan atención médica, y muchas de sus ecografías las realizan personas que llevan ropa de médicos, pero no tienen licencia. Esto afecta no sólo a quienes desean abortar, sino también a quienes desean llevar a término su embarazo y se les retrasa el acceso a la atención prenatal.
El documental muestra que algunos de estos centros tienen imágenes religiosas y que desinforman, al decir que el aborto puede causar cáncer, infertilidad, hipertensión y enfermedad pélvica inflamatoria, lo que es una mentira que no está respaldada por estudios científicos.
Según investigadores, los CPC también imparten programas de "educación sexual", que consisten principalmente en mensajes de abstinencia y filosofías anti-LGBTQ.
El hecho de que no dejen claro que son una organización antiaborto confunde a las personas que buscan sus servicios, lo que es uno de los objetivos de estas organizaciones.
Están bien posicionados en los buscadores
Los CPC encabezan los resultados de quienes buscan en Google el término "clínicas para abortar cerca de mí" y, aunque en Estados Unidos hay 800 clínicas y proveedores de abortos, hay más de 2.500 de estos centros. A menudo, se encuentran cerca de Planned Parenthood u otros proveedores de abortos y esto es a propósito, para atraer a quienes buscan interrumpir su embarazo.
El documental destaca que los CPC también están situados en comunidades de bajos ingresos y atraen a personas vulnerables a aceptar servicios gratuitos.
Esta red ha creado su propia base de datos sin protección de la intimidad. Los CPC no son clínicas médicas autorizadas y no están obligadas a someterse legalmente a las disposiciones sobre privacidad de la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico (HIPAA por sus siglas en inglés).
Usan Big Data y tecnología para rastrearte
En una grabación tomada en la conferencia anual de Heartbeat Internacional que se mostró en el documental, uno de sus ponentes dice: "Estamos extrayendo datos hasta el punto de rastrear la tarjeta SIM de tu teléfono... Vamos a rastrear tus conversaciones y servir anuncios. Hacemos todas estas cosas espeluznantes. Si no estás usando Big Data, te lo estás perdiendo. Porque tenemos la capacidad de decir: "Quiero a esta persona", y ponerle una diana en la espalda y seguirla. Completamente, por todo Internet, hagan lo que hagan".
Según The Alliance: Defensores Estatales de los Derechos de la Mujer y la Igualdad de Género, "los CPC están recopilando cantidades masivas de datos de clientes, incluyendo historiales sexuales y reproductivos detallados a través de "asesoramiento" en persona, plataformas centralizadas de chat en línea y aplicaciones para teléfonos inteligentes".
Agregan que las investigaciones revelan que los datos de los clientes de los CPC se almacenan en una plataforma patentada del movimiento antiaborto diseñada para funcionar como una megabase de datos que "sirve a todo el movimiento”.
Esta vigilancia puede conducir potencialmente a la criminalización, impulsada por las leyes antiaborto que están aumentando rápidamente en Estados Unidos.
Reciben fondos públicos destinados a salud sexual
Los donantes privados financian los CPC, pero también han "usurpado dólares estatales y federales destinados a la salud reproductiva, lo que ha contribuido a fomentar su proliferación", según se afirma en un estudio de la Universidad de Duke. Los CPC se han llevado 500 millones de dólares de la financiación de 13 estados desde 2010, que inicialmente estaba destinada a atender a poblaciones vulnerables.
Según el estudio 'Diseñado para engañar', elaborado por The Alliance, "los CPC empezaron a conseguir financiación pública en la década de 1990. Inicialmente, la mayor parte de la financiación de los contribuyentes desviada a los CPC procedía de la reforma federal de la asistencia social y de los programas de educación basada únicamente en la abstinencia y a través de vías de financiación esotéricas como los programas de "promoción del matrimonio".
Los fondos del Título X están expresamente destinados a promover el acceso equitativo a la anticoncepción, pero estos centros los utilizan para obstaculizar el acceso a los anticonceptivos. Dicen que la abstinencia es el único método aceptable. "Si tienes relaciones sexuales estás abriendo la puerta al embarazo, lo quieras o no", afirma en el documental uno de los defensores de los CPC, a pesar de las investigaciones de la Universidad de Columbia que confirman que la "educación" en abstinencia no retrasa el inicio sexual ni reduce la actividad sexual.
Adicionalmente, para acceder a los pañales y artículos gratuitos que ofrecen, estos centros exigen asistir a cursos o sesiones religiosas y de adoctrinamiento.
Se escudan en la religión para no ser regulados
Estos centros se presentan como organizaciones religiosas para evitar las normativas y así esquivar las acciones legales para impedir que utilicen un lenguaje engañoso. Usan como argumento el derecho a la libertad de expresión.
¿Cómo funcionan? La mayoría de los CPC operan bajo el paraguas de tres grandes organizaciones religiosas: Care Net, Heartbeat International y Birthright International, todas ellas contrarias al aborto. Jenifer McKenna, directora del estudio Diseñado para engañar, afirma en el documental: "La mayoría son organizaciones sin ánimo de lucro que prestan servicios gratuitos, por lo que no se rigen por la mayoría de las leyes estatales de protección del consumidor ni de concesión de licencias".
"Los CPC han trabajado muy duro para reclamar su derecho como movimiento de base religiosa a evitar la regulación. California intentó exigir a los CPC que revelaran si no eran centros médicos autorizados y el Tribunal Supremo dictaminó que los CPC no debían estar sujetos a ese tipo de regulación porque violaría su derecho a la libertad de expresión. Esencialmente, son una industria no regulada", añadió McKenna.
Promueven la “reversión” del aborto
Los CPC también promueven la reversión del aborto, que consiste en evitar que las personas tomen misoprostol después de la mifepristona y darles una dosis alta de progesterona. Aseguran que de esta forma se puede detener un aborto, pero no hay pruebas de que sea eficaz o seguro. El único estudio sobre el tema se interrumpió para proteger a las participantes debido a 3 casos de hemorragia grave que requirieron transporte hospitalario en ambulancia.
Sin embargo, en 14 estados, las leyes especifican que los profesionales sanitarios están obligados a informar a las pacientes de la posibilidad de reversión, lo que crea "un peligroso precedente de uso de ciencia poco sólida para justificar leyes que regulan el acceso al aborto, se inmiscuye en la relación paciente-proveedor y puede afectar negativamente a la salud emocional y física de las pacientes que lo solicitan", según un estudio publicado por la Asociación Americana de Salud Pública.
Centros de Crisis de Embarazo te dejan sola en la crianza
Como se menciona en el estudio anterior, "las pruebas sugieren que los CPC tienen un impacto negativo en la salud individual y pública mediante la difusión de información médicamente inexacta y el retraso del acceso a la atención médica legítima", pero también tiene repercusiones en la vida de quienes no pudieron abortar cuando lo necesitaban tras acudir a los CPC.
'Preconcebido' muestra cómo, tras ser interceptadas en los CPC y no obtener el aborto, las personas enfrentan la crianza de sus hijos solas, sin asistencia sanitaria, guarderías asequibles o vivienda digna, empeorando su cuadro de pobreza.
Un artículo publicado en el American Medical Association Journal of Ethics destaca que los CPC no son éticos y que toda persona necesita el derecho a tomar decisiones médicas libres de coacción. Si necesitas información sobre las opciones para abortar independientemente del estado, puedes acudir a:
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