Placer sexual: un derecho que empieza por conocerte

Vanessa Blanco
5 nov
2 Min. de lectura

Te entendemos. Pensar en el placer sexual puede generar angustia o vergüenza, especialmente cuando hablar de ello sigue siendo un tabú. Pero conectar con tu placer es parte de tu salud sexual. En este artículo te damos algunas claves para mejorar la relación con tu cuerpo y disfrutar tu sexualidad con libertad.

🌸 Reconociendo que el placer sexual es un derecho

El placer sexual es un derecho humano. Así como lo lees: está reconocido en la Cartilla de Derechos Sexuales y Reproductivos y también en la Declaración sobre el Placer Sexual de la Asociación Mundial para la Salud Sexual.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual “implica un estado de bienestar físico, mental y social en la sexualidad, que incluye la capacidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.”

Reconocer que el placer sexual es parte integral de la salud sexual es un paso esencial hacia la autonomía y el autocuidado.

💬 Entendiendo nuestras diferencias con una mirada positiva

Cada persona vive el placer sexual de forma distinta. A lo largo de la historia, se ha reducido la sexualidad al acto reproductivo y se ha centrado el placer en la penetración o en relaciones heteronormadas.

Pero el placer sexual va mucho más allá: no depende de tu orientación sexual, edad ni pareja. Tu cuerpo tiene muchas zonas erógenas y capacidades sensoriales que puedes explorar con curiosidad y sin culpa.

💭 Liberarte del miedo y del enfoque reproductivo

Durante años, la educación sexual se centró en el miedo al embarazo o a las infecciones. Aprendimos a “cuidarnos” sin aprender a disfrutar. Pero la sexualidad no solo es prevención: también es conexión, confianza y goce.

Reconocer el placer sexual como parte de la salud —y no del riesgo— es un acto de justicia y autonomía.

✋ Conocerte es cuidarte

El placer sexual comienza con el autoconocimiento. Masturbarte o explorar tu cuerpo no es motivo de culpa: es una herramienta para entender qué te gusta, cómo te gusta y de qué forma deseas vivir tu intimidad.

Toda relación sexual placentera debe incluir consentimiento. Según la Planned Parenthood Federation (IPPF), significa estar activamente de acuerdo en participar en una actividad sexual con otra persona.

Sin consentimiento, no hay disfrute; solo vulneración.