El Tribunal Supremo de España ratificó en mayo que quitarse el preservativo en medio de la relación sexual sin consentimiento de la pareja es un crimen, como también lo es no usarlo si así se había pactado. Esta forma de abuso sexual es reconocida alrededor del mundo como stealthing.
El stealthing es un acto violento contra la salud reproductiva de la pareja, ya que la retirada no consensuada de cualquier método de barrera puede llevar a un embarazo no deseado e infecciones de transmisión sexual. Cuando una persona incurre en este delito, le está quitando a su pareja la capacidad de decidir sobre su propia salud reproductiva.
El concepto también incluye dañar intencionalmente el preservativo para disminuir su eficacia y es una práctica que ha sido asociada a hombres cisgénero, aunque el término se aplica a todos. Por ejemplo, si una mujer lesbiana remueve la barrera sin el consentimiento de su pareja, también está incurriendo en stealthing.
Por qué es vital el consentimiento
Muchas veces pasa desapercibido, porque es común en contextos donde se tiene la falsa creencia de que el consentimiento ya está implícito por ser una relación consolidada. Sin embargo, es importante recordar que una de las características fundamentales del consentimiento es su especificidad: si tú consentiste a tener relaciones con preservativo y tu pareja se lo quita sin consultarte previamente o no se lo coloca en absoluto, ya no hay consentimiento. No se puede tener sexo sin consentimiento, porque el sexo sin consentimiento es violación.
El stealthing además de ser abuso sexual es abuso emocional. Esta decisión tiene su origen en el deseo de control de uno de los miembros de la pareja. Es un tema de poder. Es común ver este tipo de prácticas en relaciones abusivas para embarazar a la víctima y así evitar que termine la relación.
El origen misógino del stealthing
La práctica de retirar el preservativo sin permiso ha ocurrido durante décadas y apenas en los últimos años se le ha dado atención mediática, con algunos medios de comunicación describiéndola como una “tendencia”, lo que la despoja de su carácter abusivo y la equipara a una opción y una moda.
El stealthing nace en la necesidad de control y en el comportamiento misógino. Un estudio de la Universidad de Arizona reflejó que el 35% de los hombres declararon haber utilizado tácticas coercitivas para obtener relaciones sexuales sin protección, invocando el mito de que el sexo con condón disminuye el placer sexual de la persona con pene.
Bajo este razonamiento machista, el placer del sujeto es más importante que la salud y el derecho de su pareja a decidir. Además, forma parte de un abanico de acciones bajo el término de coerción reproductiva, en el que generalmente el perpetrador es un hombre heterosexual que quiere forzar a su pareja a un embarazo no deseado.
Con ese fin, puede ejercer intimidación psicológica, privar a la mujer de sus métodos anticonceptivos de elección o engañarla para que el método no sea eficaz. Una encuesta de 2017 en Reino Unido reveló que la mitad de las mujeres había sido víctima de algunas de estas prácticas coercitivas.
¿Qué puedes hacer si tú o alguien que conoces fue víctima de stealthing?
1. Entender que no es tu culpa: si no te diste cuenta en el momento, si te diste cuenta y no actuaste inmediatamente, si pasó muchas veces antes de que te dieras cuenta, sigue sin ser tu culpa. La culpa siempre la tendrá la persona que violenta los acuerdos e irrespeta la autonomía sexual de otra persona.
2. Hazte pruebas de embarazo y de ITS: es importante descartar que hayas contraído una ITS o tengas un embarazo como resultado del stealthing, por eso acude con un médico que pueda asegurarse de que todo está en orden.
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3. Busca acompañamiento: tienes todo el derecho de tener compañía que te cuide y te ayude a sobrellevar lo vivido, esta compañía puede ser un grupo de amistades, familiares, o personas capacitadas para tratar situaciones de abuso y brindar primeros auxilios psicológicos en caso que lo necesites.
4. Busca asistencia legal: dependiendo del lugar en el que vivas, es posible que el stealthing ya esté tipificado como un tipo de abuso sexual y puedas denunciarlo. Si sientes que es lo mejor para tu proceso, estás en libertad de denunciar lo que te pasó y buscar justicia legal.
El stealthing es una amenaza y hay que visibilizarlo, identificarlo y atacarlo.
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