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A.R.

¿Qué dicen los hombres en defensa del aborto?

Actualizado: 8 jul 2023


El acceso a la salud a mujeres, hombres trans y personas gestantes es un derecho humano que no se debe cuestionar. Sin embargo, el debate por la defensa del aborto está posicionado en la opinión pública y más allá de limitar la discusión a opiniones personales, visibiliza la realidad del aborto como un asunto de salud publica y la necesidad de priorizar la situación de personas gestantes que quieren interrumpir un embarazo.


Considerando que es un tema de interés colectivo, entrevistamos a 5 hombres* de distintas edades y profesiones para conocer la perspectiva que tienen sobre el aborto y reflexionar sobre cómo podría ser su participación tanto en el ámbito personal respecto a la toma de decisiones, como en las acciones colectivas para apoyar la lucha por la despenalización.


*algunos nombres fueron modificados para proteger la identidad de las personas*


"El aborto debe ser una decisión de la mujer en respeto a la autonomía sobre su propio cuerpo”

Alvaro Martinez de 53 años es médico ginecobstetra y tiene 3 hijas. Cree en la defensa del aborto porque debe ser una decisión de la mujer, en respeto a la autonomía sobre su propio cuerpo, como está descrito en las convenciones internacionales como El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) o Belém do Pará. El Estado Venezolano al aceptarlas está obligado a cumplirlas, señala.


Para Martinez, el aborto también es un tema de hombres porque el patriarcado nos enseña que el cuerpo de la mujer y su sexualidad nos pertenece. Esta es una creencia muy presente en la sociedad y se debe desmontar. Para eso es importante hablarlo, explicarlo para que se entienda y así cada persona reflexione al respecto. En sus consultas trata de dar la información adecuada y completa para que las personas puedan tomar decisiones sin presiones externas.



“La penalización no hace que las mujeres no aborten o que haya menos abortos, hace que se busquen condiciones inseguras para abortar”

Juan Rodriguez, abogado de 30 años considera que las personas tienen derecho a tener control sobre lo que sucede con su cuerpo y entre eso, está continuar o no con el embarazo por cualquier circunstancia.


Entre las principales consecuencias de que el aborto sea ilegal, señala las condiciones inseguras en las que mujeres y personas gestantes se someten para interrumpir su embarazo, lo que aumenta los riesgos de muerte. Esa clandestinidad y la cantidad de abortos que hay en esas condiciones se convierten en un problema de salud publica que debe ser atendido. Piensa que la defensa del aborto es un tema en el que los hombres deben involucrarse porque forman parte de la sociedad.


En el ámbito legal, evalúa que la primera medida que debe tomarse en el territorio venezolano, es la derogación o modificación del código penal para eliminar la penalización. Luego, se podría legislar en materias más específicas como definir las condiciones más seguras e idóneas para los servicios de aborto seguro. Cree que la despenalización abriría las puertas al debate con mucha más seriedad y amplitud para que pueda generarse una legislación y un marco regulatorio que permita condiciones seguras.


Para Rodríguez no es un tema que solamente debe ser atendido o limitado a la perspectiva del procedimiento de abortar como tal, si no que tiene que entenderse la situación en su magnitud completa. Es decir, tienen que evaluarse los contextos, por ejemplo los de extrema pobreza donde muchas mujeres básicamente pierden la autonomía sobre su salud sexual y procesos. No tienen acceso a métodos anticonceptivos, no tienen acceso a información y es en este tipo de realidades en las que mujeres y personas gestantes tienen más riesgos de tener múltiples embarazos no deseados en su vida y a temprana edad. También cree que se deben revisar los entornos donde existe la violencia basada en género en la que viven muchísimas mujeres y son obligadas de alguna manera a concebir hijos. Considera que ese tipo de situaciones deben ser tomadas en cuenta a la hora de discutir el tema de la defensa del aborto.


“Creo que es un tema que tenemos que discutir todos, entre ellos nosotros los hombres, entendiendo también que se trata del cuerpo de las mujeres y ellas tienen el poder de decisión sobre sus cuerpos. Yo creo firmemente en la libertad individual de las personas y considero que las mujeres y personas gestantes tienen libertad de decidir; por lo tanto tienen la libertad de poder decidir si continuar o no un embarazo”, manifestó.



“Hay hombres trans y masculinidades que tienen la capacidad de gestar, así que también es su derecho involucrarse y decidir sobre sus cuerpos”

Gabriel Moncrieff tiene 36 años y un hijo. Opina que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho humano y que cada mujer y persona gestante debería poder decidir si continuar o no con su embarazo y que ninguna ley o ente externo debe impedir dicha decisión. Cree que lo que sí debe asegurar el Estado es la infraestructura sanitaria necesaria que garantice el acceso a la salud de calidad.


Considera que la participación de los hombres cisgéneros (personas cuya identidad de género coincide con su sexo) en la defensa del aborto debería estar orientada a charlas, talleres y protestas de exigencia; involucrarse en campañas de difusión e incidencia en las políticas públicas, así como también de autocrítica para poder asegurar conciencia sobre los derechos de las mujeres y personas gestantes.


“La ilegalidad condena a las mujeres y personas gestantes a continuar embarazos no deseados o que busquen otras opciones que posiblemente no sean tan seguras. Es moral y ético que el aborto sea legal, seguro, gratuito y acompañado en el siglo XXI, cualquier hecho contrario es una vulneración de los derechos humanos y un retroceso en nuestras democracias”, puntualiza.



“Hay que proteger y promover una calidad de vida adecuada”

Ernesto Campos de 24 años, trabajador de la salud, opina que las mujeres están totalmente en su derecho de interrumpir su embarazo, indiferentemente del motivo por el cual lo quiera realizar. Cree que traer una vida al mundo es un acontecimiento inigualable, pero de nada sirve si esa vida no va a disponer de una vida próspera y llena de amor, ya que eso solo se logra si la persona desea el embarazo, explica.


Para Campos la ilegalidad causa un efecto contrario a detenerlo, aumentando las tasas de abortos clandestinos y los factores de riesgo que pueden llevar a la muerte. Asegura que esta es una situación que puede ser totalmente evitable si fuera legal, ya que en la actualidad se dispone de muchos métodos seguros que minimizan el riesgo para las personas gestantes.


Cuenta que la mayoría de casos que ha visto en una jornada laboral en un hospital público en Venezuela, ronda entre 15 y 20 abortos en 24 horas. Aclara que no todos requieren hospitalización; son abortos completos o procesos abortivos que no requieren ninguna intervención médica.



“El aborto no debería ser ilegal. La opción debería estar y ser apoyada económicamente por el Estado”

Alexander Ferrer tiene 27 años. A pesar de que está de acuerdo con la defensa del aborto y que las mujeres están en su derecho de interrumpir el embarazo, no cree que ese sea un lugar para que otra persona pueda cuestionar según sus juicios de valor. Explica que no siente que pueda opinar sobre las decisiones personales que alguien tome sobre su cuerpo.


Para Ferrer esto es un tema que incluso podría ser simple pero se ha hecho complejo por el sistema religioso y misógino que condiciona lo legal. “Así como hoy te dicen «mira no hagas esto con tu cuerpo», mañana te van a decir «haz esto con tu cuerpo». Reflexiona con que es algo delicado y la gente debería tener más conciencia respecto al poder que le dan a los entes externos y públicos sobre sí mismos.


Manifiesta que es un tema de la sociedad como tal, que incluye a hombres, mujeres y a todas las personas. En cuanto a las parejas, considera que lo más conveniente es que ambas partes tengan una conversación al inicio de la relación para tener las cosas claras desde un principio. Aunque al final del día, mantiene su opinión de que la decisión de abortar debería tenerla la persona que se someterá al proceso.


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Aya Contigo es una aplicación para la salud reproductiva de las mujeres de Vitala Global, que se lanzó en marzo 2022 para abordar las desigualdades en materia que afectan a las mujeres, la/os adolescentes y personas con posibilidad de gestar en Venezuela. Diseñada junto con 1000 mujeres venezolanas y docenas de organizaciones feministas, de salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR), la aplicación acompaña virtualmente a las mujeres a través de una proceso de aborto seguro y empodera sus futuras decisiones de anticoncepción.


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